retalillos

Cuando recibí la Ottobre 2/2015 de mujer mi tía se quedó prendada del vestido de la contra portada. Rebuscó en los «tesoros» familiares y  sacó una tela preciosa con mucha caída.

Como la susodicha en tallas de mujer suele tener problemas decidí coser primero el vestido en una tela mala y a partir de ahí hacer las adaptaciones necesarias.

Primer vestido, perfecto, subirle un poquito el talle de la espalda y parece que han hecho el patrón para ella. Al ser de prueba no va forrado, solo lleva vistas en sisa y escote. En teoría era para probar pero le gustó tanto que me dijo que lo rematase y así le daba uso.

Vestido “bueno”: ¿sabéis cuando se os atraviesa una costura y no hay quien la acabe? Pues, en este caso, todo lo que podía pasar ha pasado.

Primer paso: modificaciones. Escote: lo quería más bajo tanto por delante como por detrás, modificamos y vamos bien. Cremallera: modifiqué la costura del cuerpo y corté la falda en dos piezas sin costuras para ponerla en el lateral.

Siguiente paso: al ser como una seda, tenía poca consistencia y he forrado el cuerpo. Me encantaba tal como viene en la revista: con las vistas de la tela exterior y forro el resto, pero al probar hacía arruga en el escote de la espalda y le cogí manía. Después de descoser y coser varias veces lo dejé arrinconado. Cuando decidí darle un empujón, la modelo manifestó que quería la cremallera detrás: vuelta a descoser y coser el cuerpo y a modificar la falda. Después de varias costuras y descosidos acabé el vestido y al ir a coser la cremallera invisible y me dí cuenta de que no había cosido adecuadamente la cintura…, solución creativa: cremallera normal. A partir de ahí, terminar de forrar y el bajo a mano sin problemas.

Para que luego digan que nos sale todo perfecto y a la primera… no, no, es que normalmente los fallos nos los callamos.

No está mal el resultado, teniendo en cuenta que «solo» he tardado unos 5 meses, mientras que con el primero una semana.

Enlazo con Fans de Ottobre.